
Si eres padre o madre, abuelo o abuela o simplemente te interesa saber que es la adolescencia, esta etapa deseada, temida, controvertida a partes iguales estás en el sitio adecuado .
Empecemos con la pregunta: ¿Qué es la adolescencia?
Pues bien, las definiciones nos dicen que es principalmente una etapa de cambios y como etapa, esta delimitada en el tiempo. Es un periodo de tiempo más largo o más corto, que marca el proceso de transformación de los niños y las niñas en jóvenes adultos, es un período de transición que tiene características peculiares. Es una etapa de descubrimiento de la propia identidad, del sentido del «yo», de quien aspiran a ser, teniendo en cuenta la realidad y los ideales de cada uno/una de ellos y ellas. Es cuando encuentran su autonomía individual y su identidad psicológica, social, sexual para integrase en la sociedad en general, en la escuela, en la familia, en su grupo de referencia.
Como padres o madre supone un reto que afrontar, un conflicto, de donde podemos salir reforzados, con muchos aprendizajes en el terreno de la parentalidad o bien estresado y en ocasiones afectados de manera negativa. ¿Porque? Porque nos pone a prueba. Tu niño o niña al que le has estado escogiendo la ropa, los amigos, las extraescolares, las actividades de ocio, ya no quiere todo esto, ahora quiere hacerlo el o ella solo o sola, quiere tener su propia autonomía, manifestar su yo, sus aspiraciones y sus preferencias. Desean elegir a sus amistades y a las personas con las que quiere estar, poner de manifiesto quienes son y que y como les gusta.
Ahora el papel de los padres y de las madres ya no ocupa tanto lugar como en las etapas anteriores, ahora se reflejan mas en los grupos de iguales. De allí vienen las horas en el espejo, el amor-odio a si mism@, los problemas de autoestima y en ocasiones las dificultades emocionales que acompaña esta etapa. Por no añadir los cambios hormonales, el crecimiento físico y la maduración sexual, otros factores de estrés para ellos y para nosotros los padres y las madres. A todo esto el añadido de las redes sociales y los dispositivos móviles, que han dado un vuelco a nuestras vidas y se han instalado en nuestros hogares. Los y las adolescentes son los más vulnerables ante las redes ya que han nacido en una sociedad tecnológica y por lo cual los móviles son partes importante en sus vidas, transformando su manera de relacionarse y acceder a todo tipo de contenido.
¿Y en todo esto, nosotros y nosotras que podemos hacer? Mi respuesta como profesional y como madre a parte iguales es acompañar, comprender, arropar, dar un paso atrás en ocasiones, respeto mutuo y mucha disciplina positiva, dos palabras en sí opuestas de alguna manera. Disciplinar que tiene un significado de organizar, ordenar y positiva por el otro lado, con significado de autentico, eficaz, bueno, afirmativo.
La disciplina positiva es una manera de crianza, de ser padres y madres, delineado para enseñar a los y las adolescentes a convertirse en miembros responsables, respetuosos e ingeniosos de la sociedad. Está basada en las investigaciones de Jane Nelsen, y nos enseña importantes habilidades sociales y de vida de una manera que es profundamente respetuosa y alentadora tanto para los niños y las niñas como para los padres y las madres. Ser padres utilizando la disciplina positiva significa ser amable y firme al mismo tiempo, saber negociar con ellos, utilizando reglas, limites y amor, mucho amor para tus hijos e hijas, lo cual es efectivo a largo plazo y ayuda sentir una conexión, pertenencia y significado, de manera bidireccional.
A través de estas herramientas de disciplina positiva, podemos encontrar soluciones a dificultades cotidianas, afrontarlo de manera adecuada, con resiliencia, paciencia y educar en calma. Poder gestionar nuestras emociones como padres para ser un espejo y un modelo para ellos, porque esto es parte de nuestras habilidades de comunicación con ellos y ellas. Hacer un moldeamiento y ser una guía para nuestros chicos y chicas. Habrán momentos de enfado, de frustración y, a veces de desesperación pero he de recordar que estamos ante el rol mas importante, desafiante y gratificante de nuestras vidas, el de ser madres y padres.